RESUCITACIÓN CARDIOPULMONAR PARA ANIMALES
La resucitación cardiopulmonar -RCP- es una técnica que cualquier humano que conviva con perros -o gatos- debería conocer, en la esperanza de no tener que utilizarla jamás.
Existen diversos motivos que pueden provocar que nuestro perro deje de respirar y se le pare el corazón: shocks eléctricos, golpes, atropello, asfixia...
Es muy importante comprobar que el perro ha dejado de respirar antes de realizar RCP, hay dos formas de realizarlo:
2. Colocar un pequeño espejo cerca de la nariz y boca. Si no hay condensación en el espejo, el perro no está respirando.
Levante suavemente la mandíbula inferior para estirar el cuello. Si el perro continúa sin respirar, realice inmediatamente la respiración artificial:
- Sujete con su mano las mandíbulas y mantenga la boca cerrada.
- Coloque su propia boca sobre la nariz del perro, cubriéndola.
- Exhale sobre la nariz del perro cuatro o cinco respiraciones enérgicas.
- Si el perro comienza a respirar, pare inmediatamente. De lo contrario, continúe con 20 respiraciones por minuto en perros pequeños y 30 en grandes. Con cada respiración que usted realice debería ver el pecho del perro expandirse cada vez que exhale en su nariz.
- Continúe con la respiración artificial hasta que el perro comience a respirar por sí mismo.
Masaje cardiaco.
Jamás realizaremos masaje cardiaco si el perro tiene una herida en el pecho.
Es mejor realiza el masaje cardíaco sobre una superficie dura -como el suelo-, con el perro tumbado de lado; preferiblemente, sobre su derecha ya que nos será más fácil sentir su corazón entre compresiones.
Para perros pequeños (menos de 10 Kgs):
- Coloque su mano -o manos, dependiendo del tamaño del perro- en el lateral del pecho del perro, sobre las costillas, a la altura en la que su codo se junta con su pecho. Si es necesario empujaremos suavemente su pata hasta que el codo toque el pecho; allí se encuentra el corazón. Otro punto donde localizar el latido es en la muñeca, tanto de las patas delanteras como de las traseras y en la arteria femoral, para localizarla llevaremos una mano hasta la rodilla del perro y la giraremos hacia el interior para sentir el pulso.
- Empuje el pecho hacia abajo aproximadamente 2-3 centímetros, con dos compresiones por segundo.
- Haga cuatro compresiones y una respiración.
- Compruebe el latido del corazón después de un minuto. Si aún no late, continúe.
Para perros medianos y grandes.
Los pasos son similares. La diferencia radica en que necesitará las dos manos, colocando una encima de la otra y la compresión deberá ser más profunda, de 4 a 6 centímetros, dependiendo del tamaño del perro. Se deberá realizar cuatro o cinco compresiones por segundo y una respiración.
Una vez que comience a respirar y lata su corazón, le llevaremos inmediatamente a una consulta veterinaria.
Estos dos vídeos nos permitirán ver la técnica en acción:
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